ANA BRÍGIDA





ANA BRÍGIDA
Los Llanos de Aridane, Isla de La Palma, 1959
Su educación alternativa básica en dos: tecnológica (Delineación, Diseño) y artística (Bellas Artes) le permitieron adquirir conocimientos técnicos sobre dibujo y manejo de la perspectiva, completándola de forma autodidacta.
Partiendo de la modernidad y con un estilo propio (que va desde un realismo impresionista a un casi hiperrealismo) Ana Brígida mira hacia un paisaje esencial, el de su isla, La Palma. Sus temas predilectos (ecologistas) están enfocados hacia la creación de una naturaleza endémica-paradisiaca.
En la naturaleza capta los efectos atmosféricos de la luz y su incidencia sobre el paisaje y por medio de manchas de color yuxtapuestas y poco fundidas elabora la creación. Utilizando para ello pintura al óleo en grandes y pequeños formatos de lienzo.
En el caso concreto de Ana Brígida, el uso de pequeñas pinceladas de colores puros que se mezclan o se separan de forma imprecisa sobre la tela (muy detallista) y con un muy alto relieve, hace pensar en un comportamiento puntillista, aunque ella no lo define así. Es más tonal que esencialmente colorista y (con una facultad de comunicación directa), provoca sensaciones emocionales en el espectador.
En palabras del artista: con mi obra sí pretendo algo, es reflexión y aprecio por la isla.